lunes, 19 de julio de 2010

De tacos y tucos

Hace un tiempo un amigo me dijo que para salir con una chica nueva (salvo raros casos), prefería salir con sus amigos. Su orientación sexual me era clara, pero yo todavía creía que algo no cerraba en esa confesión. Asumo que como me gusta conocer gente nueva, la aventura de conocer, pensaba que estaba equivocado.

También me era incomprensible cuando me contaban grupos de amigos, al proponer juntarlos con amigas, que preferían estar entre ellos.

Es cierto, las mujeres necesitamos tanto como los hombres nuestros momentos para estar a solas y confesarnos (no a lo Sex and the City, nunca me gustó, prefiero un Los Caballeros las prefieren Brutas). Pero salvo en épocas en que mis amigas y yo estamos de novias, nos divierte que vengan chicos.

Últimamente, será la edad o que cada una de mis amigas está poco a poco saliendo del mercado de la soltería, las cenas los domingos están en auge. Las meriendas lo sábados son codiciadas. Y los encuentros los viernes a la tardecita, un placer.

¡Cómo negarlo! No hay que pensar en qué ponerse, si te ves muy trola o muy monja (no, no niego que nos vistamos para competir con otras chicas más que para agradar a los hombres, pero en algo influye aún su presencia). No hay que maquillarse. No pasa nada si te comés tres kilos de chocolate o unos tallarines con tuco al ajo. No, nada está mal visto. No existe siquiera el fantasma de parecerse a la posible suegra. En resumen: una es una.

Risas, hablar de la vida, de la carrera, de chicos, de arte, de proyectos; sin censura de ningún tipo.

Mmm, pero pasa algo, yo con mis amigos hombres soy IGUAL: cuántas veces fui guaranga, pedí consejos estéticos sobre mi escote o me hablaron de mi gusto como mujer (no viene al caso mencionar que mis amigos piensan que si no me busco a sus gemelos idénticos, estoy cayendo bajo, pero me divierte recordarlo).

En fin, supongo que no pasa por estar con hombres o con mujeres: pasa por animarse a ser uno, a dejarse ser. Yo voto por dejar los tacos, el maquillaje y la comida sin sabor, para las fiestas de disfraces y las dietas aburridas. La vida es linda para vivirla siendo uno, y los que no la pasan bien en una cita, puede ser por el stress o porque no les guste la otra persona, pero no está bueno que sea por aparentar y porque no les guste la persona que son ellos mismos en ese momento.

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