lunes, 5 de diciembre de 2011

sábado, 3 de diciembre de 2011

Perdida en el tiempo


Me escapo,
me escapo a mi cabeza,
intentando encontrar una respuesta,
que el corazón no me da.

Intento,
mantener la fe,
la constancia,
en un mundo inconstante y frágil.

Confío,
en que la fortaleza de alma,
debe pasar por algo más.

Cierro los ojos,
y en este presente hiperconectado,
instantáneo y ansioso,
sueño con un botón de FF,
que adelante el tiempo,
hasta un momento más feliz.

O un presente que me haga sonreír,
que quiera transitar.
Un pasado que no me persiga.
Un futuro que me inspire a soñar...
y a poner manos a la obra.

sábado, 15 de octubre de 2011

Dónde


¿Dónde están las palabras que no encuentro?
No en mi garganta, atravesadas, ahí no.
No en la punta de mi lengua, deseosas de escapar.
No en mi cabeza, revoloteando, no.
Pero sé que en algún lugar están.
Sé que hay algo que no digo.
Ni a vos, ni a mí.
¿Donde estarán?

viernes, 7 de octubre de 2011

Reflexiones o silencios



  • Balance.

Hoy empieza Iom Kipur... Y con este día se recuerda el concepto de reflexionar, de pedir perdón, de replantearse lo que a uno le llena.

Qué no le gusta del año que pasó y qué quiere para el que viene, qué aprendió y qué quiere recordar, en qué uno quiere mejorar.

Más allá de que seamos o no creyentes, está bueno como concepto y aprovecharlo aunque sea como excusa para hacer un balance.


  • Frenar y pensar.

Puede costarnos frenar. Podemos a veces no aguantar reflexionar o pensar... Estresarnos en la soledad de nuestras mentes y "maquinar".

Pero no está bueno escaparse de los pensamientos de uno, sino aprender a orientarlos. No tapar las reflexiones con estímulos externos: la TV, la PC, la radio, el alcohol.

También puede ser hermoso pensar, soñar, recordar cosas lindas o tratar de aprender a tener mejores pensamientos, a ser más positivo y creativo.


  • Frenar y no pensar.
Pensar es bueno, pero también puede además llenarnos el no pensar, pero sin necesidad de que algún estímulo externo artificial nos haga no pensar.

Hay otra opción: disfrutar del momento. Con el sol, el viento, la respiracion.

Relajar la mente, (casi) por sí sola.


  • Hacer y no pensar: sentir.

¿Pensar, orientar los pensamientos o al menos intentarlo? ¿o frenar y no pensar, solo sentir?

¿Como aquietar la mente? No solo en la inacción: puede ser con una actividad o con un afecto que nos llene, quizá jugando al fútbol o con un abrazo, para así dejar que el sentimiento sobrepase al pensamiento.

Lo importante es conectarnos con nosotros mismos, en parte pensando y en parte silenciando los pensamientos; en parte en actividad y en parte en inacción.


  • No escapar

Aunque pueda dar miedo, no huyas de vos.

No es una promesa, pero intentaré no huir de mí.

Y es que pese a que al principio nos parezca un caos, encontrándonos a nosotros mismos, podemos aprender a disfrutar más y hallar los maravillosos sentimientos y pensamientos que podríamos estar tapando por correr. Y de paso, podemos aprovechar que, siendo nosotros mismos, los encuentros entre personas, sean más genuinos...

jueves, 6 de octubre de 2011

Ausencia

Pensás que el vacío no se va a llenar,
que tu lugar es seguro.
Pero la vida es fluir,
y nada tiene nombre.

El movimiento dejó en estatismo al espacio,
pero luego otro ocupa tu lugar,
jamás lo hubieses pensado.

Yo no lo voy a buscar,
pero no voy a negar que tendré los brazos abiertos,
esperando.

Quizá sea otra forma de buscar,
el no mirar para otro lado.
Quizá yo también me muevo,
pero no te das cuenta,
por estar girando.

Tarde o temprano, tu presencia se esfuma,
si no dejas algo tuyo en mí.

El silencio es ausencia de sonido,
¿el amor será ausencia de qué?

domingo, 2 de octubre de 2011

Mutilado

Qué triste debe ser,
amar a alguien,
y que esa persona no se sienta amada.

Qué triste debe ser,
que la persona que amás,
derrame lágrimas en soledad.

Qué triste debe ser,
que la persona amada,
sienta el pecho vacío y frío.

Qué triste debe ser,
tener los ojos helados,
las manos vacías,
los pies inmóviles...

Y qué triste debe ser,
que en un supuesto amor,
no se sienta aceptada.

¿Presuponer amor?
Soledad es el desierto de esperar el refugio que no llega.
Soledad es un beso áspero.
Soledad es tener fe ciega en un amor sin patas.

sábado, 10 de septiembre de 2011

s......o

Momento de frenar,
de ver que hay adentro mío.

Que no soy solo lo que soy en movimiento,
ni hablando,
tambien soy en silencio.

Soy en aburrida,
soy en no ser,
soy en poner pausa...

En morir,
para renacer.

En relajar,
para tensar.

En ciclos,
como las olas,
como el ritmo de su canto.

Momento de escuchar,
algo más,
que los flashes cotidianos.

...En el silencio,
surgen estas palabras,
que me recuerdan que uno,
también es en la nada.

miércoles, 6 de julio de 2011

Gallina

Se puede llorar de ira,
y sonreír de indignación.
Se puede morir de risa,
y callar sin razón.
Más vale palabra en boca,
que estupidez cacareando.

martes, 1 de marzo de 2011

retó.rica

¿Cómo creerle a alguien que no se cree a sí mismo? ¿Cómo confiar en que no te miente quien se esconde su propia alma?

Si la confusión es la excepción, para algunos es la regla. Si la indecisión es un instante, para otros es la condena.

La única verdad es lo que siento hoy, yo, ahora. La única sinceridad es la que me provee mi corazón.

Las palabras o los ojos, no dicen nada. La empatía puede ser un acto de magia.

¿Resguarda tu conciencia, de tus propios actos y efectos?

"No hay peor ciego que el que no quiere ver"... Y no ver qué pasa en nuestro interior, es el peor tipo de enfermedad de la vista.

Si no vemos bien, mejor agudizar el oído, quizá el toc toc del corazón nos confirme que seguimos aquí, intentándolo.

lunes, 14 de febrero de 2011

Vida inteligente

Hace rato que pensaba que se puede tener miedo a las palabras, a los títulos, al sexo, a los papeles, pero que si había amor, se veía en los ojos de la otra persona y en los propios.

Resulta que no. Los ojos mienten. No sé cómo aprendieron o quién les enseñó, pensé que era un asunto de los humanos nada más, el saber mentir. Quizás fue un experimento de algún científico resentido por la creación del día de San Valentín. Pero la humanidad aún confía en las antiguas fuentes, donde se explica claramente que la respuesta está en la mirada del ser amado. Esto ha derivado en el caos terrestre. Radica en ese malentendido, en esa mala interpretación.

Creemos que la mentira se puede descifrar. No todos saben que hoy por hoy los ojos son inteligentes, han aprendido a engañar a sus propios dueños. Quizás pronto les crezcan piernas y huyan de nosotros, para qué tener a un humano que les diga qué hacer. Ellos saben más de lo que pensamos.

domingo, 13 de febrero de 2011

Valentonto

Hoy me desperté pensando qué fácil que es para algunos olvidarse de lo hermoso vivido. Quizá sea que soy demasiado positiva a veces o que valore demasiado el amor, pero una vez que lo encuentro, no me es fácil dejarlo ir.

Una pelea, una discusión, una diferencia, no me opaca la maravilla de sentir reflejada en mi mirada, la mirada del otro, ese instante en que te das cuenta que estás conectado y que los dos se sienten felices juntos, no importa si la única actividad que comparten sea estar mirando el cielo soleado o el techo de una habitación a oscuras.

Un beso o un abrazo de alguien, por más apasionado o tierno que sea, si no tiene contenido, me quiebra el pecho en dos. Sí, sé que sin contenido tampoco hay miedo, negociaciones, preocuparse por el otro, diferencias o adaptación. Supongo que es el camino más fácil, el más cómodo. Y pese a eso, me cuesta tanto elegirlo.

No soy una apasionada por los zapatos en general. Tienen que cumplir distintas condiciones: me gustan los cómodos, simples, sin taco (pero tampoco chatitas), ni de punta triangular. Quiero caminar cómodamente por la vida, sin nada que me ajuste o me aprete demasiado.

Para algunos las relaciones son como para mí los zapatos, pero no se dan cuenta que no son todos iguales, no se toman el trabajo de diferenciarlos. No saben como caminar acompañados. Aunque todos necesitemos estar descalzos por momentos, no implica que tiremos toda zapatilla a la basura: si andamos por un camino, ella, más que apretarnos, nos da libertad para recorrerlo.

Pero cuando la vida ajusta, y sentimos presión por distintos lugares, te sacás de encima lo primero que tenés cerca. Porque los seres humanos somos cómodos. Y a veces, entre tantos estímulos externos, exigencias del contexto que internalizamos como propias, etcétera; pensamos que es el otro el problema y no nuestra incapacidad para afrontar los ciclos de la vida.

Les dejo algo que escribí ayer en una charla en mi muro de Facebook, respondiéndole a unos amigos sobre la frase "Pueden hablar de todas las fórmulas que quieran, pero cuando el amor toca a la puerta...":

Mi respuesta: Cuando el amor toca a la puerta, ¡algunos salen corriendo! Porque amor implica estar en las buenas y en las malas . Implica saber hasta donde uno puede y hasta donde uno no puede, y comunicarlo más allá de la reacción del otro. Implica bancarse al otro cansado después de un día estresante. Implica arriesgarse a sufrir, arriesgarse a mostrar los defectos y las virtudes, arriesgarse a dar lo mejor de uno sin recibir nada a cambio. Cuando el amor toca a la puerta, podés no estar preparado para recibirlo. Porque el amor es lo más hermoso que te puede pasar, pero necesita de voluntad para que siga vivo, porque es una negociación de egos, y algunos no están dispuestos a dejar el ego de lado. Ni por el amor más genuino, puro, divertido, sincero o atrapante del mundo. En resumen, Tam, coincido con vos: no hay fórmulas para que aparezca el amor, pero sí para mantenerlo. Esa fórmula consiste en aceptar que la vida son ciclos, comunicación, negociación, pasión, sueño, entusiasmo, fiesta, cansancio, alegría, emoción... un mix que vale la pena compartir con alguien. Y aceptar los propios ciclos de uno, como los del otro. Y no salir corriendo, por ser la salida más fácil. No sé todos los ingredientes de la fórmula, sino no estaría soltera, pero estoy segura que el amor necesita de valientes, que se animen a vivir lo más hermoso de la vida, que es compartir.

Imagino que aceptar, que algunos no son como yo, es un aprendizaje que tengo que hacer. Mis prioridades son otras. Sé que hay gente por ahí que también piensa y siente así. Que lo que les hace felices, es similar a lo que me hace a mí feliz. Lo único que me da lástima de ser como soy, es cuando me encuentro a muy buenos actores, de esos que te hacen perder el tiempo jugando a la parejita feliz, pero sólo saben tomar lo bueno. Son como parásitos que se alimentan de tu felicidad, ternura y afecto; pero que cuando se dan cuenta que con todo lo bello de una relación, vienen también ciertas responsabilidades (y no hablo de formar un familia, dinero o trámites de ningún tipo sino de la responsabilidad más humana: ser pacientes y aceptar los ciclos de la vida tanto propios como ajenos), huyen despavoridos, por no estar preparados a que parte de hacer una fiesta, es lavar las copas que se usaron esa noche, para poder usarlas en la fiesta siguiente. Porque sí, hay ciclos, pero algunos se pierden de la mejor parte de vivir por no aceptar que no siempre se está en la cresta de la ola. A esa gente le digo, mejor quédense en la ducha y pónganse flotadores, no vengan al mar con el resto de los mortales, no aparenten estar vivos. Vivir es otra cosa.

PD: Y sí, para los que leyeron el post anterior y ahora esto, ya no estoy en pareja.