martes, 12 de octubre de 2010
Tic tac
Cada noche, él giraba la manecilla con ilusión. Atrasando el reloj una hora, esperaba poder alargar la vida de su amada, un día más. Y así ocurría, sin falta...
Publicado por
Andie Szwarc Amsel
en
9:55


Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir en XCompartir con FacebookCompartir en Pinterest
Etiquetas:
microrelato,
poesía
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario