domingo, 5 de diciembre de 2010

Silencio

El cuerpo se inmoviliza con el vacío del alma,
o se mueve con la inercia del silencio que esconde,
esconde el sentimiento acallado por los labios,
que no pronuncian las palabras,
que el corazón late acalorado.

Late, late, late:
a un ritmo doloroso y ameno.
Late, late, late:
durante el silencio absurdo de su dueño.

Late y para.
Late, sereno.

Hasta que el corazón también calle,
y en un soplo de aire,
sobreviva sólo el silencio.

Luego de tantos días de silencio, elijo retomarlo con un post en su honor, titulado como él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario