Jamás pense que iba a publicar una carta de suicidio en un blog. Pero ya es hora... ¿Ya es hora? Sí, de que asumas que no es un suicidio, da que te hagas cargo de que tenés mucho que ver con esto.
Antes me tildaban de feminista, indignaba a amigos (y no tanto) cuando leían mi blog. Poco a poco, las etiquetas de hombres y relaciones comienzan a verse menos relevantes, y las de aprendizaje, humanos y poesía, van aumentando de tamaño.
¿Qué es esto? Recuerdo todavía cuando este año un amigo me dijo que era como Carry Bradshaw y yo trataba de darme cuenta si convenía tomarlo como un elogio o un insulto. No más: ahora mis amigos redactores se conmueven con palabras suaves y ya no me consultan semiconocidos por Facebook sobre posibles o pasadas conquistas.
En otras palabras: mi novio me asesinó... me asesinó despiadadamente al personaje. Pero no me rindo, hay demasiadas historias interesantes para observar con el filtro del sarcasmo.
Claro que hay cosas para comentar con ironía, es obvio que hay situaciones cómicas en la rutina. Así que deberé tener paciencia y agudizar el ojo.
En último caso, siempre habrá alguna amiga que me preste una historia, o aparecerá algún recuerdo zumbándome en el oído, para que yo los recicle en forma de posteo de soltera.
miércoles, 15 de diciembre de 2010
Carta de suicidio
Publicado por
Andie Szwarc Amsel
en
9:47


Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir en XCompartir con FacebookCompartir en Pinterest
Etiquetas:
amor,
hombres,
relaciones
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario