sábado, 31 de julio de 2010

No la soporto

Estoy absolutamente en contra. No me gusta para nada. Le tiraría un vaso con agua fría para que se calme un poco cada vez que la veo... en el espejo.

Sí, no soporto cuando tengo cara de enamorada. No digo que lo esté, pero a veces lo recuerdo aún, a mi reflejo estupidizado: me acosa mientras duermo y me irrita.

No me agrada eso de andar revisando el celular, el mail o el contestador a ver si se acordó de mí. Me molesta definitivamente andar pendiente de qué ponerme en las citas. Me desagrada en demasía andar justificando pedir infusiones en lugar de alcohol, o que piensen que no como porque soy flaca. No me gusta andar dando explicaciones de que puedo ser muy progre pero a la vez me gustan los caballeros atentos que me pasan a buscar y abren la puerta.

Pero lo que menos, menos, me agrada; son esas mariposas en la panza. Que vuelen libres y no me molesten, que mi panza ya tiene bastante con no comer carne y con que le ande dando verduritas y chocolate como alimento.

Estar enamorado no molesta tanto, cuando no necesitás usar mucho el cerebro ni ser muy coordinado físicamente. Y definitivamente está bueno, cuando es mutuo. Pero, y sólo pero, por las dudas, si me ven con cara de boba: tírenme un vaso de agua fría.

viernes, 30 de julio de 2010

Una dama en su brillante armadura

En relación al post anterior, recibí críticas de algunos amigos: Que si para mí las mujeres estamos esperando a un tipo que nos trate mal... Que deje de plantearlo como una lucha de poder y orgullo donde el amor pasa a un segundo plano...

Y no es así, claro que no. No es que a las mujeres haya que tratarnos mal para que nos quedemos al lado de ustedes. Eso hay que desmitificarlo. Y no es a lo que me refiero. Sino que lo que ocurre es que el prejuicio de que las mujeres estamos sentaditas esperando al príncipe azul, y que cuando llegue vamos a lanzar nuestra trenza cual Rapunzel en la torre, es eso mismo: un prejuicio.

Buscamos un chico con cualidades, pero no es que lo vamos a reconocer así como así, o que vamos a estar dispuestas a ceder nuestra independencia, por alguien que pueda llegar a ser una mera ilusión en pose de caballero en brillante armadura.

Les cuento un secreto: las chicas también podemos tener miedo al compromiso. No todas las chicas están apuradas por ponerse de novias o no todas están dispuestas a arriesgarse a vivir el cuento de hadas. Ya que, por más triste que suene, parece más seguro vivir uno de aventuras. Quizá tenga que haber más hombres como mis amigos, para que las mujeres rompamos nuestra propia armadura y dejemos de correr hacia el lado contrario adonde se encuentran los del género opuesto ¡Los quiero!

jueves, 29 de julio de 2010

El que se quema con leche... amanece quemado (?)

Hay algo que los hombres no entienden de nosotras las mujeres, no pasa por cuan enganchada estés con alguien, que sigas mirando a otros hombres. No son ellos los únicos que tienen "ojos para ver el menú".

Pero más allá de eso, hay una frase que explica muy sabiamente la actitud supuestamente histérica del género femenino: El que se quema con leche ve una vaca y llora. Yo no pienso llorar por ver a un chico que esté bueno, pero no voy a negar que un poco boba puedo llegar a quedar.

Hay una regla que no todos conocen: mientras el chico más lindo, dulce, caballero, atento y simpático sea: más rápido corre una para el otro lado. No, no es que no veamos todas sus cualidades, es que perdemos el control de la situación. Y no, no a todas las chicas les gusta que el hombre las guíe en la pista.

Tampoco estoy queriendo decir con esto que cada vez que salí disparada hacia el lado opuesto al que se encontraba un hombre, fue porque fuese irresistible. Pero sí algunas de ellas, unas cuantas, muchas...

Así que, chicos y chicos, ha tenerlo en cuenta: el mito es cierto, para muchas mujeres “no” quiere decir “no”, pero también “sí”.

miércoles, 28 de julio de 2010

Como dicen los periodistas: hasta luego.

Hoy, una querida y nueva amiga mía, se vuelve a su país de origen. En parte por esto, me puse a reflexionar sobre las despedidas, que teniendo a mi familia desperdigada por el mundo, las he vivido bastante.

Creí tener algo en contra de las mismas ya desde pequeña. Pero el problema no es despedirse en sí mismo, cuando alguien se va: te encontrás, estás un rato, te abrazás o das un beso, unas palabras emotivas... En fin, quizá algo rico de comer para ¿endulzar? el momento. Podríamos hacer un manual de etiqueta de cómo hacerlo.

El tema conflictivo es, por si a alguien no se le ocurrió, que cuando vas a despedirte: no estás extrañando todavía, porque esa persona, esta ahí, vivita y coleando, acompañándote. Si no llorás, si no te ves afectado ¿es que no la vas a extrañar acaso?

Y ahí me llegó, aterrizó entre mis neuronas sin pedir permiso un pensamiento que daba otra mirada a las despedidas. Faltaba un dato de color en relación a las mismas: ¿sabían que hay cosas que el ser humano debe sentir por anticipado? Es un acto premonitorio más riesgoso que el horóscopo. Y lo peor de todo, es que lo tenemos tan fuckingmente incorporado, que terminamos sufriendo por anticipado. Y eso es uno de los más grandes errores del ser humano. Sufrir antes de que pase algo que puede no pasar nunca.

¿A alguien se le ocurre amar por anticipado? ¿No habiendo vivido nada con la otra persona, sin conocerla? No, a eso le llamamos idealización o enamoramiento (aunque la idea del amor a primera vista me sigue seduciendo).

¿A alguien se le ocurre tener bronca por anticipado? No, eso es ser una malcogida que se le mete entre ceja y ceja alguien o algo por malcogida.

Pero eso sí, ojo al piojo, no dejemos esto para después: suframos por anticipado... No vaya a ser que nos muramos de dolor y no nos quede tiempo para dejar un vasito lleno de lágrimas saladas como herencia para nuestros nietos.

De esas máquinas que no se han inventado todavía...

Te doy la mano,
si me das el pie.
Te digo que te extraño,
si ya sé que vos lo hacés.
Dame un medidor de sentimientos,
para ver si vamos igual.
Y si el mío está muy alto,
¿cómo lo voy a bajar?
Al menos permítanme arreglar el resultado,
para no quedar tan mal...

martes, 27 de julio de 2010

...con c de Cursi...

Tanto nos bombardearon con mensajes.
Con películas.
Novelas.
Cuentos de hadas.

¿Qué pensás que es amor?

Canciones.
Juegos de muñecas.
Revistas.

Pero digo amor, no mariposas en la panza.

Cartas.
Horóscopos.
Dibujos animados.
Corazones flechados.

Y no me refiero a juegos o idealizaciones.

Poemas.
Rosas rojas.
Catorces de febrero.

Sino a dar todo, y que nos den todo. Y que baste.

Azúcar quemada.
Chocolates con formitas.
Bonobon por un beso.

Y no tener miedo a que sepan todo de vos, a saberlo todo del otro.

Globos de colores.
Pensamientos garabateados.
Papeles rotos.

Y que el beso siga siendo un beso, pese a saberlo.

...Que tiene que ser algo más...

domingo, 25 de julio de 2010

Carta

Estimado locador:
¿Cómo le va? Le escribo esta carta sin saber bien quién es usted, pero con la esperanza de hallarlo. Creo que tengo algo que a usted le pertenece. No se por qué la abandono, pero pese a los cuidados que le estoy prodigando, creo que sería mejor que volviese con su respectivo dueño. No es que le tenga lástima, ya que ha decir verdad, ni un poco. Pero tampoco me parece correcto dejarla por ahí solita, para que se venga con cualquiera a la cama, como lo ha hecho. Algo de educación debería haberle dado, al menos, el tiempo que estuvo con usted. En fin, eso lo tratarán cuando se reencuentren. Yo le doy un día más para que retorne con usted, o quedará en la calle.
Saludos,
Andrea S., actual portadora de su gripe.

viernes, 23 de julio de 2010

Transitar

Es increíble cómo uno necesita vivir en su propia burbuja para sobrevivir. ¿Ser consciente de todo lo que pasa en el mundo nos sería tal vez muy intenso? Pero esa negación, tanto de lo malo como de lo bueno, nos quita sensibilidad, aunque a la vez nos permite ser sensibles con lo que en realidad importa. Quizá si todo nos afectara, no le daríamos importancia a nada. Sería más del paisaje urbano.

Qué puedo decir... Estos días en cama me hacen recordar cómo a veces nos quejamos de cada tontería. Exageramos. Y seguramente yo esté exagerando ahora.

Pero hoy ver el sol, escuchar una canción, pasar de 39 2 (que no bajaba ni con Ibupirac 600), a 38 sin tomar ninguna pastilla, que se yo: pequeños paraísos.

Ver que el mundo gira, escuchar, pese a estar en un piso trece, a los obreros que arreglan algo, la barrera que suena y el tren que pasa...

No será un artículo excelentemente escrito desde la forma, pero saber que me puedo sentar a escribir, que tengo cabeza y manos para hacerlo: pequeños paraísos.

Transitar, con paciencia, sin ansiedad, es lo que a veces más me cuesta. Pero hay momentos en los que no queda otra que hacerlo, y disfrutar lo más que se pueda. Aunque no voy a negar que esté aprendiendo cómo...

miércoles, 21 de julio de 2010

Los ¿osados? de las nuevas tecnologías

Creo que esto de estar en cama con fiebre y ver tanta televisión me está afectando. Mirar Mañaneras me hace redactar muy a lo Sex and the City y ya admití que no me gusta... Pero en fin, deléitense mientras me dure el delirio febril y rían un rato de mis cuestionamientos al comportamiento femenino.

Hay una máxima que debemos tener en cuenta: Salir con lo que venga, no es lo mismo que salir.

Digo ¿tan poco entretenimiento hay en el 2010 que una como mujer acepta salidas para "ver qué onda"? Pero lo hacemos, y no me lo nieguen.

El hombre la tiene más complicada, que intentar dar el primer paso o invitarla a tomar algo. Finalmente, alguna picará... Los nuevos medios colaboran: se pueden mandar muchos mensajitos con el mismo texto o simplemente poner reenviar. Eso sí, no olviden borrar el destinatario previo.

Y si el hombre propone y la mujer dispone, ella dice: "y, pruebo"...

Pruebo ¿pruebo qué? Uy, me gusta de chocolate o de frutilla, y sino tiro el caramelo al tacho. Pero claro, en plena salida no es tan sencillo huir. Somos tan vivas que organizamos (al igual que ellos, ojo) llamadas arregladas por parte de una amiga, no vaya a ser que nos encontremos con un asesino serial. O si no lo es, pero es tan aburrido que sería más interesante si lo fuera, esas mismas llamadas nos ayudan a salir despavoridas ¿disimulando? un poco.

Al fin y al cabo, no importa cuan modernos seamos, digamos las cosas como son (gracias, Sprite): un amigo no es un contacto de Facebook, invitar a salir no es enviar un mensajito con el celular y arriesgarse a conocer a la otra persona no es lo mismo que "probar a ver qué onda".

Ser cobarde es muy cool, y no jugarse está de moda. Y creo que yo también compré un poco de cooltura, aunque intente disimularlo...

lunes, 19 de julio de 2010

De tacos y tucos

Hace un tiempo un amigo me dijo que para salir con una chica nueva (salvo raros casos), prefería salir con sus amigos. Su orientación sexual me era clara, pero yo todavía creía que algo no cerraba en esa confesión. Asumo que como me gusta conocer gente nueva, la aventura de conocer, pensaba que estaba equivocado.

También me era incomprensible cuando me contaban grupos de amigos, al proponer juntarlos con amigas, que preferían estar entre ellos.

Es cierto, las mujeres necesitamos tanto como los hombres nuestros momentos para estar a solas y confesarnos (no a lo Sex and the City, nunca me gustó, prefiero un Los Caballeros las prefieren Brutas). Pero salvo en épocas en que mis amigas y yo estamos de novias, nos divierte que vengan chicos.

Últimamente, será la edad o que cada una de mis amigas está poco a poco saliendo del mercado de la soltería, las cenas los domingos están en auge. Las meriendas lo sábados son codiciadas. Y los encuentros los viernes a la tardecita, un placer.

¡Cómo negarlo! No hay que pensar en qué ponerse, si te ves muy trola o muy monja (no, no niego que nos vistamos para competir con otras chicas más que para agradar a los hombres, pero en algo influye aún su presencia). No hay que maquillarse. No pasa nada si te comés tres kilos de chocolate o unos tallarines con tuco al ajo. No, nada está mal visto. No existe siquiera el fantasma de parecerse a la posible suegra. En resumen: una es una.

Risas, hablar de la vida, de la carrera, de chicos, de arte, de proyectos; sin censura de ningún tipo.

Mmm, pero pasa algo, yo con mis amigos hombres soy IGUAL: cuántas veces fui guaranga, pedí consejos estéticos sobre mi escote o me hablaron de mi gusto como mujer (no viene al caso mencionar que mis amigos piensan que si no me busco a sus gemelos idénticos, estoy cayendo bajo, pero me divierte recordarlo).

En fin, supongo que no pasa por estar con hombres o con mujeres: pasa por animarse a ser uno, a dejarse ser. Yo voto por dejar los tacos, el maquillaje y la comida sin sabor, para las fiestas de disfraces y las dietas aburridas. La vida es linda para vivirla siendo uno, y los que no la pasan bien en una cita, puede ser por el stress o porque no les guste la otra persona, pero no está bueno que sea por aparentar y porque no les guste la persona que son ellos mismos en ese momento.

Lacity

Todos, cual uno solo, se tropiezan con sus hilos invisibles. Tan invisibles, como los múltiples carteles, bombardeando sus miradas constantemente. Los aromas hipnóticos ciegan su vista a la aparición de personajes tan sencillos como las flores de la pastelería de la vuelta.
Los grafittis ocultos se revelan sólo al contraste del edificio nuevo, indiferente a la vieja ciudad, incongruente con los malolientes pollos pudriéndose. Pudriéndose, nostálgicos, tan ciegos como los transeúntes; pero añorando la naturaleza extinguida entre el cemento.
Un señor atemporal, quizá sencillo, camina con su bastón musical; así intentando impregnar, con su apagado andar, de un poco de vida, a la monótona rutina.

sábado, 17 de julio de 2010

Sueños de agua

En serio que a veces lloran partes de mi cuerpo, que no son mis ojos.

Sé que no lo ves, sé que no lo veo. Pero te aseguro que lloran.

Y si pudieses acercar tu corazón al mío, se empaparía de calor.

viernes, 16 de julio de 2010

¿Mejor que un microrrelato?

"El microrrelato es una construcción literaria narrativa distinta de la novela o el cuento. Es la denominación más usada para un conjunto de obras diversas cuya principal característica es la brevedad de su contenido. El microrrelato también es llamado microcuento, minificción, microficción, cuento brevísimo, minicuento, etcétera." Gracias, Lady Wikipedia.

Hoy aproveché parte del día viendo los comerciales ganadores en Cannes. Sí, leyeron bien: aproveché. Porque en poco tiempo (salvo por lo que tarda la banda ancha de Fibertel), pasé por muchos estados emocionales, uno tras otro. Pero no de una forma dañina o patológica, sino hermosa.

Uno puede buscar llegar a la cabeza de alguien con argumentos, pero aunque queramos negar nuestra humanidad ¿qué argumento es más potente que la emoción?

Apelar al sentimiento es la forma más intensa que existe de tocar a otro ser humano. Por eso sigo sin entender la publicidad que habla de beneficios o ventajas. Me convencerá por unos segundos o días. Aunque una marca que realmente se convierta en parte de mi vida, deberá involucrarse conmigo aún antes de que la compre. Y eso es lo maravilloso de la publicidad, que puede dejarnos algo: puede no vender obscenamente.

Contar una historia en unos pocos segundos, es una forma de arte. Lograr hacer reír o emocionar a otro ser humano, es al menos lo que intento hacer como artista. Como publicista me pasa lo mismo, creo en que vender algo no es meterlo burdamente por todos lados, ni el mayor tiempo posible. Venderlo en serio es que sea parte de una filosofía de vida.

Espero que llegue el día en que las marcas no solo conmuevan de la boca para afuera, sino que también lo hagan siendo congruentes con sus acciones del día a día.

Les dejo un regalito…

http://www.youtube.com/watch?v=6ptFTJekS00

martes, 6 de julio de 2010

Showwoman

"¿Buscabas inspiración? ¡Tomá!" (me dijo el señor boomerang mientras aterrizaba en mi cabeza).

Últimamente escucho demasiado eso de: "es muy entretenido hablar con vos, siempre te pasa algo, el show de Andie, espero que no te pasen cosas raras (mentira, es divertido)".

Empiezo a pensar que cobrar por ser amig@ mío no estaría del todo desubicado. Al fin y al cabo, soy un entretenimiento ecológico, seudo vegetariano, liviano, ocupo el espacio estratégicamente (metros para arriba más que para los costados).

Seh, definitivamente, estoy desaprovechando un negocio.

...si tan sólo postearan más en el blog, en lugar de reírse por teléfono. Pero pese a mis estudios en multimedia: soy una chica a la antigua, aún no publico mi vida. Por ende, las risas vienen por medios anticuados.

Así es, lamento confesar que el blog no trata sobre A o sobre B, porque la vida no se trata de A o de B: es simplemente un hecho tras otro, que nos modela a medida que la modelamos a ella. Y hasta hoy, me interesa más comentar sobre ese modelado hermoso, que es el arte de estar en este mundo, que hacerme la Viviana Canosa del barrio de Belgrano.

Me despido con una idea que me revolotea: Las sincronicidades tocan a mi puerta, y yo las dejo pasar ¿El traductor para entenderlas? Todavía estoy aprendiendo el idioma.

Hasta la próxima.